El estatal Instituto Cubano de la Música clausuró esta semana un centro cultural gestionado por el organismo que se dedicaba a promover el rock, después de dar como ganador de un concurso de disfraces a propósito de la celebración de Hallowen a un joven vestido de soldado nazi.

“Dada la gravedad del hecho y la evidencia de la incapacidad de la institución cultural para preverlo, se tomó la decisión de cerrar, de manera inmediata, el Centro Cultural Maxim Rock hasta tanto se esclarezcan los hechos, se hagan los análisis correspondientes y se tomen las medidas disciplinarias”, indicó en un comunicado la institución publicado en el portal oficial Cubadebate.

Hasta hace algunos años no se celebraba en Cuba la fiesta de Halloween —Noche de Brujas— del 31 de octubre, que forma parte de la tradición de naciones anglosajonas como Estados Unidos. Por décadas, la celebración fue incluso vista como ideológicamente incompatible con los principios de la revolución cubana y ajena a la cultura de la isla.

Pero a fines de la década pasada algunos jóvenes comenzaron a salir a la calle disfrazados, los días previos o el propio 31 de octubre.

Según puede verse bajo las luces de colores y entre los vítores de los asistentes se proclamó ganador a “ Führer”, un hombre de pelo corto y uniforme verde oscuro con medallas de la SS, quien al ser aclamado levantó el brazo a la altura del pecho haciendo el saludo nazi. Minutos después se escucha que el presentador dice: “Ha ganado Alemania”.

El Instituto Cubano de la Música indicó que el atuendo y la forma de celebrar, además de ir en contra las leyes y herir “la sensibilidad ciudadana antifascista” y “antirracista”, vuelve “a poner sobre la mesa el tema de los peligros de la colonización cultural”.

Usuarios de redes sociales mostraron un video de la elección del disfraz ganador de la fiesta de Noche de Brujas entre dos finalistas: un joven presentado como “Führer” y dos concursantes llamados “la pareja tenebrosa”.

La premiación se determinó de acuerdo con los aplausos del público.

Como parte de las celebraciones de Halloween en Estados Unidos, el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden, recibieron a niños disfrazados en la Casa Blanca.

El Maxim Rock, ubicado en la capital cubana, La Habana, es una dependencia del Ministerio de Cultura de Cuba y en su momento fue vista como una de las instituciones más transgresoras por cultivar el rock y hip hop con la realización de conciertos, festivales y eventos teóricos.

“Aplaudir y premiar un disfraz de una figura causante del genocidio masivo de millones de seres humanos nos pone de frente a un problema peor que va más allá del suceso y tiene que ver con la educación, la enseñanza de la historia y la formación de valores en las nuevas generaciones”, dijo en su página de Facebook el usuario El Necio, reconocido en las redes y cercano al gobierno quien, sin embargo, aseguró que no está en contra de Halloween.

El año pasado la celebración también causó controversia luego de que en la provincia de Holguín un grupo de jóvenes se vistieron con sábanas blancas y bonetes simulando la membresía en el Ku Kux Klan y se pasearon con una cruz de madera por las calles.

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